Con mucho trabajo se fue levantando, sintiendo crujir sus huesos… lo que le pasaba cada día.
Tienes que hacer un mayor esfuerzo para caminar más rápido. -Le dijo alguien
Quién eres - el preguntó.
Soy el espíritu –contestó.
No es cierto -le dijo, porque yo no he muerto y nunca me moriré.
Si, - Le dijo. Ya estás muerto, pues cuando dormiste tus pies desaparecieron y ya todo lo tuyo también desapareció.
Dulce Jazmín González Santiago. 9 años
Escuela Urbana 13 de Septiembre
Instructora. Magdalena Zúñiga
viernes, 13 de noviembre de 2009
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